miércoles, 3 de julio de 2013

Auditorio y Palacio de Congresos “El Batel”, en Cartagena

 Diciembre 2012


Un paseo de suaves rampas permite llevar a cabo un sugerente recorrido lineal, a lo largo de una secuencia de espacios ligeros, traslúcidos y sutiles, junto al “cantil” del puerto de Cartagena.

El “B”, tal y como denominan a este edificio sus autores, constituye un largo y extenso cuerpo de construcción, nacido de la continuidad en el tratamiento de su entorno urbano: el puerto de Cartagena.

El muelle de Alfonso XII, dispone de una longitud total de un kilómetro y el edificio, de aproximadamente 200 metros de longitud se sitúa en su parte final, ocupando una franja de 20 metros de anchura, paralela a la línea del cantil, por la que se acostumbraba a realizar uno de los más agradables paseos de la ciudad, siguiendo la inmutable línea del cantil. Y este paseo es el que este edificio recupera y favorece, introduciéndolo en su interior.

Esta recuperada playa-rampa, formada por la nueva construcción, nos va sumergiendo lentamente bajo el mar, siempre con la referencia continua de la línea horizontal del muelle. La hermosa monotonía ortogonal y lineal del puerto, así como su dureza, ya no aparecen en su interior, ya que el edificio se convierte paulatinamente en algo totalmente opuesto: translúcido, delicado, ligero y acuático. Cada elemento o detalle de este proyecto es otro proyecto en si mismo, pero como cada proyecto obedece a lo que le rodea, todos acaban por pertenecer a una globalidad, no buscada, sino deducida.

Todo material, tanto el aluminio como el plástico, ha sido fabricado por extrusión con una sola sección de pieza que, en sus variaciones de colocación y color aparecen, finalmente, como una multitud de piezas.


http://www.ondiseno.com/proyecto.php?id=2010